En este IV domingo de Pascua, conocido como el Domingo del Buen Pastor, la catequista Juanita Espinoza, coordinadora de la catequesis familiar en la Capilla Nuestra Señora de Lourdes de la parroquia Cristo Resucitado, compartió una reflexión inspiradora que conecta el Evangelio con la vida cotidiana de quienes forman a las nuevas generaciones en la fe.

“Hoy es un día para recordar que Jesús es el único a quien verdaderamente vale la pena seguir y escuchar”, expresó la catequista, resaltando que su ejemplo guía con amor hacia la vida eterna. La reflexión llega además en una semana significativa para la Iglesia universal, marcada por la elección del Papa León XIV, “un nuevo pastor para la Iglesia Católica”, como expresó Juanita.

La catequista también dirigió un emotivo saludo a todas las madres en su día, especialmente a aquellas que desempeñan la misión catequética. “Nosotras como madres y catequistas también somos pastores, porque somos quienes contenemos, consolamos, educamos y corregimos con amor y caridad”, afirmó.

Juanita enfatizó la importancia de la familia como espacio de transmisión de la fe: “Las familias están llamadas a ser pequeñas iglesias domésticas donde se viva la fe con sencillez y verdad. La figura materna en este sentido es pilar y testimonio”.

Finalmente, agradeció la entrega silenciosa de tantas madres, cuya fidelidad sostiene los hogares: “Su fidelidad, su sacrificio y su oración silenciosa sostienen a la familia en la mano del buen pastor”.