Este domingo 8 de diciembre, la Iglesia celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María y el segundo domingo de Adviento, dos momentos que nos llaman a la introspección y a la preparación espiritual en el camino hacia la Navidad.

Alejandra Saez, catequista de la zona norte, destacó el papel de María en la historia de la salvación. “El Sí de María cambió la historia del mundo. En su humildad, ella encarnó el amor divino y nos dejó un consejo fundamental: ‘Hagan todo lo que Él les diga’. Su ejemplo nos enseña a orar con el corazón abierto frente a Cristo sacramentado y a confiar en los planes del Señor”, señaló Saez.

Por su parte, Álvaro Castillo, catequista de la zona oeste, reflexionó sobre el Evangelio de este segundo domingo de Adviento, en el que Juan el Bautista nos invita a preparar el camino del Señor. “Este tiempo no se trata de luces o regalos, sino de limpiar nuestro espíritu para escuchar la voz de Dios en el desierto silencioso de la oración. Juan nos recuerda que debemos allanar el camino, enderezar lo torcido y superar nuestras debilidades con la ayuda de Dios”, afirmó Castillo.

Ambos catequistas coinciden en que la preparación para la llegada de Cristo requiere humildad, introspección y disposición del corazón. Mientras celebramos el Sí de María, también somos llamados a responder al mensaje de Juan: estar listos para recibir la alegría y bendición de Cristo.