El Sumo Pontífice, en su mensaje para la Cuaresma de fraternidad 2024, enfatiza la necesidad de una Iglesia en salida y sinodal, desafiando a la comunidad cristiana a adoptar decisiones transformadoras. Francisco invita a reflexionar sobre los estilos de vida, instando a las comunidades a verificar su presencia en el barrio y su contribución para mejorarlo. Destacando la valentía de la conversión, especialmente entre los jóvenes, el Papa exhorta a buscar y arriesgar en un momento histórico desafiante.

En un llamado a la acción para la Cuaresma de fraternidad 2024, el Papa Francisco resalta la importancia de una Iglesia en constante movimiento y participativa. Enfatiza la necesidad de decisiones comunitarias, desde pequeñas acciones hasta grandes transformaciones que desafíen las normas establecidas. Francisco hace hincapié en la reflexión sobre estilos de vida, proponiendo un cambio en los hábitos de compra, el cuidado de la creación y la inclusión de los marginados.

Dirigiéndose a toda la Iglesia, entre ellos a los catequistas, el Papa invita a que la alegría se perciban en sus rostros, liberando el amor que renueva todas las cosas. Insiste en que esta transformación es posible en cada comunidad cristiana, convocando a la participación activa de los fieles.

Especialmente, el Papa Francisco dirige un mensaje a los jóvenes, recordándoles la valentía de la conversión y la necesidad de salir de la esclavitud. Inspirándose en su encuentro con la juventud en Lisboa en 2023, insta a buscar y arriesgar, reconociendo los desafíos actuales y abrazando la esperanza de un renacimiento. Concluye con la visión de que una Cuaresma verdaderamente transformadora llevará a la humanidad extraviada a experimentar un estremecimiento de creatividad y un destello de nueva esperanza.

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