“Soy catequistas de niños, ese fue mi compromiso,  cuando recibí el sacramento de Confirmación y lo he cumplido. Soy una convencida qué debemos renovarnos constantemente y no quedarnos en la catequesis antigua. Son hermosas esas instancias, que el equipo arquidiocesano prepara con cariño, fue hermoso recordar ese momento, en que fuimos llamados a servir. Somos servidores, somos catequistas maravillosos y estamos al servicio de los demás, esto a veces es bueno,  es dulce, pero también vivimos momentos amargos, pero lo que hacemos, no lo hacemos para gloria de nosotros, sino de Dios”, expresó Rosita Sánchez de la parroquia María Misionera de la Zona Oeste, al participar en el Retiro Arquidiocesano para Catequista, que se realizó  el sábado 13 de mayo Centro Pastoral Schoenstatt, en La Florida.

Alrededor de 300 catequistas de las diferentes zonas pastorales de la Arquidiócesis de Santiago, se dieron cita  con entusiasmo para tener un encuentro personal y comunitario con Cristo, 250 de ellos de forma presencial y 50  que se conectaron a través de la plataforma Zoom, todos unidos por el mismo propósito, meditar el llamado que el Señor hace a todos y todas, desde el bautismo, y que invita a contemplarlo como Maestro que enseña, prepara y envía a sus hijos, como discípulos misioneros reconociendo la acción del Espíritu en nosotros.

Guió este retiro, el padre Luis Migone, formador del Seminario Pontificio Mayor y recién nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, por el Papa Francisco. Precisamente esta buena noticia episcopal, sirvió para que el Director del Departamento de Catequesis, padre Rodrigo Cordero, valorara su presencia en este retiro y su disposición para compartir con los catequistas.

El retiro contempló tres momentos de reflexión, las cuales profundizaron sobre las dimensiones del acompañamiento, poniendo énfasis en la capacidad de las y los catequistas de conmoverse frente a lo que Dios obra en la otra persona. “¿Cuál es la experiencia fundante que me llevó a seguir a Jesús?; ¿De qué manera me preocupo de cuidar la libertad de los que Dios me ha encomendado acompañar?” fueron algunas de las preguntas, que las y los catequistas -de forma virtual y presencial- meditaron de forma personal y grupal durante toda la jornada.

 Entre ellas Vicky Rodríguez, ecuatoriana que  lleva 17 años en Chile, de los cuales, 14 ha sido catequista. En sus palabras, reconoce ser “profeta en otra tierra”, pues, quiso aventurarse en la experiencia de evangelizar en este país. Es por ello, que “esto de aquí, que nos pasa todos los años, realmente nos renueva, nos pone nuevamente en alerta que tenemos que despertar para el Señor. Nosotros, a veces nos frustramos porque decimos, no, el papá no quiere venir, el niño no quiere venir, no quieren atender, no quieren entender, tienen frío, no vienen y nos quedamos un poco deprimidos, porque nosotros también somos seres humanos, los domingos tenemos cosas que hacer en nuestros hogares. Sin embargo, ponemos esa semillita, esa bondad, esa gana de seguir adelante y dar ese pequeño fruto que Dios nos dio a nosotros y nos ilumina el corazón a los demás”, indicó.

Precisamente el concepto de gratuidad fue uno de los recurrentes en este retiro, el padre Luis Migone, hizo referencia a ella en sus tres meditaciones, precisando que la gratuidad en el amor,  es fundamental en el servicio de acompañar a las demás personas, por lo que instó a cultivar y dar gratis los dones que hemos recibido de Dios. “Todo lo que hemos recibido es regalo de parte de Dios, a través de otros, pero es de Dios. Y esos regalos hay que, en primer lugar, cultivarlos. Si hay un talento, no hay que guardarlo escondido en un pañuelo, sino Jesús nos dice debemos ponerlo al servicio de los demás, que dé frutos. Cultivarlos y darlos gratis”, subrayó.

Testimonios de esperanza, para la Iglesia de hoy

Durante la jornada, hubo diferentes espacios para compartir en comunidad, en que los catequistas pudieron abrir su corazón y hacer un recorrido sobre su historia, al servicio de la evangelización. Tal es el caso de, Lucy que con 71 años se emociona por ver cómo los niños y las niñas,  a los que ha dado catequesis durante años, ahora son adultos y tienen hijos, y siente que ha podido sembrar una semilla en sus vidas junto a la ayuda de la Santísima Trinidad, en la parroquia Nuestra Señora del Monte Carmelo, en la Zona Sur. “Cuando me invitaron a ser catequista yo dije «¿qué voy a hacer si no sé hacer nada?». Y esto hace muchos años. Hoy, siento que hemos podido poner esa semillita, que de repente uno dice «bueno estoy sembrando no sé qué fruto» y he tenido la dicha de ver que hay papitos que llegan y que les dice catequesis, desde chiquititos”.

Silvana, es una catequista de la parroquia San Gaspar Bertoni, en la Zona del Maipo y vive con alegría su fe católica, expresando que nunca es tarde para cumplir los sueños. “Nosotros tenemos esta posibilidad, podemos estar aquí, dar nuestras opiniones, salir adelante, como dice el Papa Francisco, no balconear nuestra fe, sino que salir y dar esta alegría… A cada persona, Dios los prepara para un momento deseado. Tengo 54 años y no tengo vergüenza de decirlo, y entré a la universidad. Entonces, nunca es tarde para cumplir los sueños que nosotros queremos realizar. Y hoy estamos aquí cumpliendo este sueño”.

El encuentro concluyó con la Eucaristía, presidida por el Obispo Auxiliar y Vicario Episcopal para la Pastoral, padre Carlos Godoy, en que las y los catequistas participaron activamente en esta celebración, con signos propios de su labor comunitaria. Las actividades continúan con la “Semana de la Catequesis”, con distintas actividades el lunes 15, miércoles 17 y viernes 19 de mayo. Asimismo, el sábado 20 se invita a los catequistas a celebrar su día en forma territorial, se compartirá una pauta para que sirva de guía.