"Yo soy Catequista de Jesús Crucificado” Hna. Edwviges



Nueva sección de entrevistas

Vocación de catequistas
un espacio que te permitirá conocer la vida y testimonio de nuestros catequistas

 

Hoy, en esta nueva sección tuvimos el agrado de conocer a una mujer alegre, comprometida en su servicio y, por sobretodo catequista de corazón. Nos referimos a la Hermana Edwviges Martínez Sánchez,  encargada de la catequesis de la Vicaría Zona Sur, mexicana, religiosa hace 18 años.
La Hna. Edu, como le gusta que la llamen, lleva 6 años viviendo en nuestro país. Sobre su experiencia en Chile, nos comentó:“Chile, es le primer destino que me dieron fuera de México y para mi, Chile es mi hogar. He aprendido mucho, ha sido desafiante pero he llegado a amar su cultura y su gente”.

Te invitamos a leer la entrevista:

¿Cuá es su congregación?
Edwviges pertenece a la congregación de las Hermanas catequistas de Jesús Crucificado: “Como movimiento estudiamos la catequesis y en este momento me encuentro estudiando la licenciatura en catequética. Nuestra base es la licenciatura en Teología y posterior a ello uno se especializa en algún ámbito: niños, juvenil, misionero, entre otros”. Con alegría afirma: “Yo soy Catequista de Jesús Crucificado”.
 

¿Hace cuánto tiempo es catequista?
Casi toda mi vida. Estando en México, a las 10 años comencé a ser catequista, era como la auxiliar de las Hermanas catequistas de Jesús , desde los 15 años tuve a cargo un grupo de niños acólitos. Aquí comencé a enamorarme de la catequesis y de la congregación ya que veía y sentía todo lo que hacían y eso me impulsó.

Cuando tuve edad suficiente decidí ingresar a la congregación, aunque mi familia no estuvo muy de acuerdo. Fueron momentos muy delicados pero finalmente lo aceptaron. Ingresé a los 20 años a la Congregación pero antes de ingresar, estudié técnico en informática y ejercí un tiempo corto. Por lo que podría decir que soy catequista desde mi niñez.
 

¿Qué es lo más bonito o gratificante de ser catequista?
Lo más gratificante para mi ha sido, en primer lugar, mi propia conversión en este caminar en el encuentro con Jesús crucificado; y en segundo lugar, tener la posibilidad de intercambiar estas experiencias de fe con otras personas, y ver en ellas cómo el Señor va tocando corazones por donde otras personas se van enamorando de Él. Descubrí cómo el amor de Dios está presente en cada persona y he podido ver su conversión. 
 

¿Cómo ha sido para usted vivir este tiempo de pandemia?
Ha sido un poco complejo porque estaba acostumbrada a realizar y pensar las formaciones de manera presencial, pero todo ha cambiado. He tenido que pensar cómo acompañar a los catequistas en este proceso para que ellos también lo vean como una posibilidad de seguir encontrándonos por medio de las plataformas que existen hoy.

También he tenido que ser más creativa para seguir comunicando el Evangelio y poder enamorar a más personas de Jesús a través de las pantallas.

En casa, tengo un cuadro chileno que dice “Algo nuevo está naciendo” y así ha sido la pandemia, más allá todo lo malo, veo en ella una posibilidad para que algo nuevo se geste. Sé que cuando todo esto pase, miraremos atrás diciendo “fui capaz de todo esto”.
 

¿Cuál es el principal desafío/obstáculo de seguir con las catequesis adelante?
Más bien ha sido un obstáculo no contar con los recursos materiales (computadores, celulares, internet, etc.) para poder facilitárselos a los catequistas. Me encantaría poder asegurar al menos un computador por parroquia para uso exclusivo de ellos, para que se puedan conectar sin preocupación y se puedan seguir formando.

He visto cómo muchos invirtieron su 10% para poder seguir con su labor de catequistas. Otros se acercaron con sus teléfonos para instalar la plataforma Zoom pero sus equipos móviles no lo permitían. Ver su frustración ha sido muy doloroso, ver a catequistas que debido a no contar con estos recursos han dado un paso al lado, han tomado la dura decisión de hacer una pausa en su servicio de catequistas. 
 

¿Qué rescata de este tiempo de pandemia?
Nunca imaginé que podría poner la carrera que estudié, informática, al servicio de los catequistas y mi comunidad, debido al uso de las herramientas tecnológicas. He estado ayudando a los catequistas a instalar los programas, ya que a muchos les estaban cobrando $20.000 por instalarlos en sus computadores. Les he enviado tutoriales para que puedan contar con antivirus o limpiar sus computadores. He ido hasta sus hogares para explicarles paso a paso como usar estas plataformas.
Una de las cosas que más rescato en este tiempo es el amor, pasión y paciencia de los catequistas, en su interés por querer aprender, el amor por su vocación, es lo que me ha llamado mucho la atención. 

 

¿Quisiera enviar un mensaje a sus catequistas?
Principalmente, le quisiera decir al catequista que los tiempos siempre son providentes, que este tiempo de pandemia es, sin duda, una oportunidad. Estos son tiempos para seguir creciendo y madurando en nuestra fe y vocación de ser catequistas. El Señor, a veces nos pone varios caminos para innovar la creatividad. Este tiempo veámoslo como oportunidad  de crecimiento y de amor a su vocación de amor como catequistas.






  
  

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