"Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras". Así comienza la carta apostólica en forma de motu proprio, del Papa Francisco, que, como es tradición, toma el nombre de las primeras palabras del documento en latín: "Aperuit illis", "Les abrió el oído".

En su carta apostólica el Pontífice establece que el III Domingo del Tiempo Ordinario "esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios", invitando a "fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos", ya que "celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad".

El comienzo del documento se refiere al pasaje del Evangelio en que Jesús resucitado se aparece a dos discípulos que iban camino de Emaús, que no lo reconocieron, pero que luego "les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras". Porque, dice el Papa "si el Señor no nos introduce es imposible comprender en profundidad la Sagrada Escritura, pero lo contrario también es cierto: sin la Sagrada Escritura, los acontecimientos de la misión de Jesús y de su Iglesia en el mundo permanecen indescifrables".

Más adelante, en su motu proprio el Papa señala que "la Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados. Pertenece, en primer lugar, al pueblo convocado para escucharla y reconocerse en esa Palabra."

De acuerdo a lo indicado por Francisco, este día 26 de enero se celebrará el Domingo de la Palaba de Dios, para lo cual el propio Pontífice hace algunas indicaciones prácticas para esa liturgia. Pero también precisa que este día dedicado a la Biblia no ha de ser "una vez al año", sino "una vez para todo el año, porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado".

A continuación de esta nota entregamos el texto completo de la carta apostólica de Francisco y dos subsidios para usar en este tercer domingo del tiempo ordinario, dedicado a resaltar la Palabra de Dios.

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Fuente: iglesiadesantiago.cl