Con cerca de 200 participantes culminó esta etapa de formación en esta zona de la Arquidiócesis de Santiago, cuyos cursos se desarrollaron todos en formato virtual, dada la expansión del virus Omicron, y acogiendo las inquietudes de los interesados en participar.

En uno de los días de la escuela hubo un trabajo sinodal con algunas preguntas sobre el documento del Sínodo de los Obispos del próximo año, sobre la base de un resumen elaborado en la zona. “Esa instancia es de gran interés, ya que nos permitirá en código del Sínodo, preparar un documento para las jornadas zonales del 5 de junio próximo, y que saldrá de los participantes de la escuela como un trabajo previo”, dijo el secretario pastoral, Gabriel Rogers.

Por su parte, el encargado de Formación, Omar Salazar, agradeció a todos y todas por su participación, “porque son ustedes los que hacen posible esta Escuela de Verano. También nuestra gratitud a los formadores, que entregan las herramientas necesarias para prolongar estos conocimientos en las respectivas comunidades y en lavida personal. Esta es nuestra misión y esperamos no perder el norte”.

El vicario de la Zona Centro, padre Francisco Llanca, señaló que hubo participantes de Arica y de otros lugares de Chile y del extrajero. Agregó que fue “una alegría para la zona descubrir lo que podemos aportar: un tiempo de formación y de profundo encuentro con Cristo, que nos permite anunciar la Buena Nueva, el gozo de la esperanza".

La Escuela fue clausurada en una sesión con la participación online de todos los inscritos en el curso, en la que el padre Fancisco impartió la bendición e hizo un envío a evangelizar, a llevar el Evangelio de Jesucristo a las comunidades parroquiales del centro de la capital.