Más de 50 agentes participaron de manera online, de cada una de las jornadas de aprendizaje, cuya metodología va de la mano a los ciclos litúrgicos correspondientes y al evangelio del domingo.

En este nuevo itinerario, que responde a una actualización de sus fichas y contenidos acorde con los tiempos actuales, destaca que los participantes puedan explicar en palabras sencillas, cuál es el origen de la evangelización, distinguir los principales ejes de un itinerario, tomar conciencia sobre la relevancia del ministerio, identificar las principales características de las juventudes actuales, los ejes de un itinerario de un año litúrgico y poder adaptar una ficha de trabajo a la realidad de su comunidad.

Monseñor Cristián Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven, reconoció en estos objetivos la esencia de un buen formador de jóvenes para el futuro: “Ha sido una iniciativa luminosa, se han sumado muchas parroquias y con esto seguimos el camino de renovarnos en una pastoral más kerygmática, en salida y más misionera, donde los jóvenes son protagonistas en la construcción y evangelización del Reino y artífices de una nueva realidad”.

El padre Rodrigo Cordero, Provicario de la VEJ y formador en estos cursos, valoró la alta participación en cada una de las sesiones y “ver cómo las comunidades van tomando fuerza y la iniciativa de participar del itinerario, de involucrarse y conocerlo. Para nosotros es un incentivo que lo hagan tan numerosamente y con tanto entusiasmo. Esta formación permite que las parroquias conozcan en qué consiste, cuál es el sentido de fondo de las catequesis y de la iniciación cristiana para los jóvenes y también, que los jóvenes gradualmente se vayan acercando y conociendo a Jesucristo que es el que da la vida y la da en plenitud. Nosotros vamos a estar disponibles para entregarles todas las herramientas para que se desarrollen y lo hagan de la mejor manera en sus comunidades”, enfatizó.

Voces agradecidas

Matías Martínez, catequista de la parroquia Inmaculada Concepción de Colina, manifestó la riqueza de la buena formación que tuvo el curso, ya que “está muy acorde a las herramientas que uno debe utilizar en los encuentros y en el cotidiano compartir con los jóvenes.  Entregó muchas luces de lo que a futuro debemos trabajar. Se nota que está pensado en esas catequesis profundas que uno debiera hacer con los jóvenes”. 

Cinthya Norambuena, animadora de la parroquia San Francisco Borja de La Florida, agradeció estos espacios para jóvenes en medio de las dificultades que vive la Iglesia: “Me enriquecí mucho con el curso y lo que busca para más adelante. Me hará muy bien. Los jóvenes de hoy se informan de todo y lo saben todo y a pesar de la crisis de la Iglesia, creo que la Iglesia somos nosotros y hay una infinidad de actividades sociales y solidarias que se deben destacar en los tiempos de hoy. Los cambios tienen que partir de nosotros y en eso estamos”, reflexionó.  

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Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl